martes, 17 de abril de 2018

Bienvenido



¡HOLA! Bienvenido al blog de mitos y leyendas de Cundinamarca, Colombia.

Aquí podrás encontrar las historias más maravillosas de nuestro departamento; no sólo vas a leer historias sobrenaturales, sino que podrás conocer un poco más el trasfondo de la cultura de los pueblos chibchas que habitaron en lo que hoy se conoce como Cundinamarca, y que nos dejaron un gran legado cultural.





sábado, 7 de abril de 2018

Guatavita



¿Sabías que en Cundinamarca hay una laguna que esconde un gran misterio?

Es la laguna de Guatavita, en la cual los chibchas hacían ceremonias sagradas y ofrendas a los dioses. Esta laguna esconde diversos mitos y leyendas; su majestuosidad nunca pasó desapercibida y fue uno de los lugares más importantes para dicha tribu. Hoy en día el municipio de Guatavita está integrado por quince veredas y es uno de los más coloniales y turísticos de Cundinamarca.

LA LEYENDA DE GUATAVITA 



Hace mucho tiempo, antes de que los conquistadores llegaran al país de los Muiscas, los habitantes de la región de Guatavita, al oriente de la sabana de Bogotá, adoraban a una princesa que, en las noches de luna llena, salía del fondo de la laguna y se paseaba sobre las aguas en medio de la espesa neblina.
Cuentan que un gran cacique de los Guatavitas, de la misma dinastía que daría origen al gobierno y al imperio de los muiscas, estaba casado con la más bella dama perteneciente a su tribu: una noble princesa a quien todos los pobladores amaban, y su hogar había sido bendecido con el nacimiento de una bella niña que era la adoración de su padre.

Pasado algún tiempo, el cacique comenzó a alejarse de la princesa: sus muchas ocupaciones en los asuntos del gobierno como también otras mujeres, lo mantenían lejos del calor de su hogar. La princesa soportó algunos meses, como correspondía, a una mujer de su rango, las ausencias prolongadas y las continuas infidelidades de su esposo, pero un día pudieron más la soledad y la tristeza que las rígidas normas sociales, y se enamoró de uno de los más nobles y apuestos guerreros de la tribu. Para su dicha y fortuna fue enteramente correspondida.

Dicen que los enamorados no pudieron verse tan pronto como hubieran querido, pues el gran cacique estaba por esos días entre los suyos. Pero cierta noche tras una de las acostumbradas celebraciones del mandatario, la pareja pudo consumar sus amores, mientras el pueblo dormía. Sospechando algo, el cacique encomendó a una vieja la tarea de vigilar a la princesa. Una noche cualquiera, la anciana descubrió lo que ocurría y le llevó la noticia al jefe.

Al día siguiente, el cacique organizó un gran festín en honor a su esposa. A la princesa le fue servido un sabroso corazón de venado. Apenas ella acabó de comerse el delicado plato, el pueblo- con el cacique a la cabeza- estalló en una horrible carcajada, que la hizo comprender la verdad; su amante había sido asesinado, y le habían dado de comer su corazón.

Desesperada, decidió huir del lado de su marido. Algunos días después de la tragedia, tomó a su pequeña y partió hacía Guatavita. Dicen que al llegar, casi a la medianoche, se detuvo un momento en la orilla para contemplar la laguna, de la que se levantaba una espesa neblina; luego miró amorosamente a la niña y se lanzó con ella a las aguas.

Al enterarse de la noticia, el cacique corrió hacía la laguna y llamó a su mujer varias veces, sin obtener más respuesta que el silencio de la noche. Cuentan que ordenó a sus sacerdotes- que la buscaran. Los mohanes o sacerdotes hicieron conjuros y ritos a orillas de la laguna, y uno de ellos descendió a las profundidades, para averiguar qué había sido de la princesa y de su hija.

Cuentan que al poco rato de buscarla, regresó con el cadáver de la niña y contó que la princesa estaba viva y feliz en el reino de las aguas. Desde entonces, en las noches de luna menguante aparecía la princesa en medio de la espesa neblina, para escuchar los ruegos de su pueblo, y la laguna se convirtió en un lugar sagrado.

Tomado de: http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/es/bogotanitos/cuenta-la-leyenda/la-leyenda-de-guatavita




El dragoncillo de la laguna




Según el mito muisca, en la laguna se hacían ofrecimientos de oro y esmeraldas al dios de la laguna, el cual se aparecía en forma de dragoncillo o culebra grande. Para esto, los sacerdotes muiscas conocidos como chycuy, vivían en unas chozas alrededor de la laguna con el fin de vigilar cada vez que la criatura apareciera para hacerle las ofrendas que pedía.




miércoles, 4 de abril de 2018

Leyenda de Bochica


Una de las leyendas más importantes de nuestro territorio colombiano, más específicamente de Cundinamarca, es Bochica. Una leyenda maravillosa que pone en evidencia la cultura de los Chibchas y sus creencias, su respeto por la naturaleza y su deseo de darle una explicación al origen de un lugar tan maravilloso como lo es el Salto del Tequendama. Disfruta de esta bella leyenda.

BOCHICA

La historia de esta leyenda, cuenta que en época de los Chibchas, durante días y noches llovió tanto que se arruinaron los cultivos; las casas se vinieron al suelo, y se mojaron tanto que lo mismo servía tener techo de palma o no.

El Zipa, quien comandaba todo el imperio Chibcha, y los caciques, que eran como los capitanes o gobernadores de los poblados de la sabana, se reunieron para buscar una solución, pues no sabían qué hacer y el agua seguía cayendo del cielo en torrentes. Se acordaron entonces de Bochica, un anciano que no era de su tribu y quien había aparecido de repente en un cerro de la sabana.

Dicen que era alto y de piel colorada, con ojos claros, barba blanca y muy larga que le llegaba hasta la cintura. Vestía una túnica también larga, sandalias, y usaba un bastón para apoyarse. Él les había enseñado a sembrar y cultivar en las tierras bajas que quedaban próximas a la sabana y a orar. Cuando se iniciaron las lluvias, Bochica estaba visitando el poblado de Sugamuxi (hoy Sogamoso), en donde había un templo dedicado al Sol.

Los chibchas decidieron llamarlo, porque pensaron que Bochica era un hombre bueno que podría ayudarlos, o todo el imperio se acabaría a causa de la gigantesca inundación. El anciano dialogó con dificultad con los caciques, pues no dominaba su lengua, pero se hacía entender y le comprendían bastante. Se retiró a un rincón del bohío que tenía por habitación, rezó a su dios, que decía era uno solo. Luego salió y señaló hacia el suroccidente de la sabana.

Cuentan además, que cientos de indios organizaron una especie de peregrinación con él. Se detuvieron después de varios días en el sitio exacto en donde la sabana terminaba, pero las aguas se agolpaban furiosas ante un cerco de rocas. Los árboles enormes y la vegetación selvática frenaban la furia del agua.

Bochica, con su bastón, miró al cielo y tocó con el palo las imponentes rocas. Ante la sorpresa y admiración de unos y la incredulidad de todos, las rocas se abrieron como si fueran de harina. El agua se volcó por las paredes, formando un hermoso salto de abundante espuma, con rugidos bestiales y dando origen a una catarata de más de 150 metros de altura. La sabana, poco a poco, volvió a su estado normal. Y allí quedó el "Salto del Tequendama". Dicen que Bochica, tiempo después, desapareció silenciosamente como había venido.

Tomado de: http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/es/bogotanitos/cuenta-la-leyenda/leyenda-de-bochica


Leyenda de Bachue



Esta es una de las leyendas más importantes de Cundinamarca, pues es la explicación que los Chibchas le dieron al origen del ser humano y su reproducción. De igual manera, la importancia y el respeto que esta tribu le daba a la naturaleza es evidente, pues la conexión entre el hombre y la tierra era uno de los elementos indispensables a la hora de dar explicación a un fenómeno natural o al origen de lugares o personas. Disfruta la historia. 

LEYENDA DE BACHUÉ

Esta leyenda cuenta que hace muchos años, cuando aún no había hombres, casi toda la tierra estaba bajo las aguas, inclusive el territorio de la región de la actual Tunja. Allí habitaban los indios Chibchas o Muiscas. Al norte de esta región, había grandes lagos: el Tijacá y el Hunza. En medio de estos y en lo alto de la montaña, se ubicaba la bella Laguna de Iguaque. Esta zona era consideraba sagrada.



Cuenta esta hermosa historia que los Chibchas creían que, antes del nacimiento del primer hombre, de las aguas de alguna de las lagunas sagradas nació una bella mujer que se hacía llamar Bachué. Junto a ella, de su mano, caminaba también un angelical niño de unos tres años de edad.

Bachué se dedicó a buscar un lugar seguro, donde pudiera vivir tranquila. Entonces pensó que lo mejor era bajar de la montaña hacia el valle, en donde se encuentra el pueblo de Iguaque, pues el clima era menos frío. Al llegar al sitio escogido, Bachué construyó una casa para vivir con el niño, tiempo después, el niño se hizo hombre y entonces se casó con Bachué.

Este matrimonio les permitió que poco a poco la tierra se fuera poblando de personas, pues cada vez iban de un lugar a otro, fundando territorios y dejando hijos en cada uno de estos sitios. Dicen que en cada parto, Bachué tenía entre cuatro y seis bebés.

Después de muchos años, cuando Bachué y su esposo ya eran ancianos, vieron que había mucha gente en muchos lugares, entonces tomaron la decisión de volver al sitio de donde salieron por primera vez. La pareja, tomada de las manos emprendió el camino hacia Iguaque, y el pueblo, entristecido por su partida, iba detrás.

Al llegar a la laguna, Bachué habló a sus hijos dándoles un mensaje para que mantuvieran la paz y el equilibrio entre ellos y la naturaleza. En medio de las lágrimas se despidió, tomó de nuevo la mano de su esposo y caminó con él hacia la orilla de la laguna. Con sólo pisar el agua, Bachué y su marido, se convirtieron en dos inmensas serpientes, se sumergieron en la laguna y desaparecieron.

Se decía que Bachué a veces se presentaba ante los indios que la invocaban para pedirle auxilio y para agradecerle los favores que habían recibido de ella.


Tomado de: http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/es/bogotanitos/cuenta-la-leyenda/bachue-y-el-origen-del-hombre